Probióticos y prebióticos, qué son y en qué se diferencian

Seguramente habréis escuchado, e incluso tomado alguna vez, probióticos y prebióticos. Pero a día de hoy todavía existe todavía una gran duda entre qué son los probióticos, qué son los prebióticos y en qué se diferencian. Aunque suenen igual y puedan tener algunas cosas en común, no se trata de lo mismo.

Antes de comenzar, debemos tener claro que la principal diferencia entre los probióticos y los prebióticos es que los probióticos cuentan con microorganismos vivos y por el contrario, los prebióticos son un tipo especial de fibra alimentaria.

Según indica el doctor Gabriel Olveira, especialista en Endocrinología y Nutrición, a Infosalus, los probióticos son microorganismos vivos que si se administran en la cantidad adecuada, pueden generar un efecto beneficioso en la salud del huésped donde habita. Además, los probióticos pueden administrarse de forma oral pero también se puede administrar por otras vías como puede ser la vaginal a través de los óvulos en el caso de haber cándidas.

Probióticos

Los probióticos, suelen ser administrados en el caso de tener una flora alterada, del mismo modo que se utilizan bacterias de la familia de los lactobacilos y las bifidobacterias. El hecho de introducir estas bacterias beneficiosas dará lugar a que estas sean mayores que las malas y por lo tanto se pueda restablecer un equilibrio en la flora.

Según varios estudios, los probióticos, ya sea junto con los prebióticos o no, pueden ayudar en gran medida a acelerar el tránsito intestinal y estimular el peristaltismo. Pero, ¿cómo actúan exactamente los probióticos?

Estos se encargan de modificar el equilibrio de la flora microbiana en el intestino a través de los ácidos grasos de cadena corta que producen y a su vez facilita las digestiones. Es por ello, que aquellas personas que suelen tener molestias intestinales ya sea flatulencias, hinchazón, tránsito irregular u otras es aconsejable que reduzcan la proporción de cepas metanógenas en el color y de lo contrario aumenten las cepas no productoras de metano, como pueden ser las bifidobacterias o los lactobacilus.

Entre los diferentes beneficios de los probióticos, destacamos los siguientes:  

  • Favorecen la bajada de las poblaciones intestinales de microorganismos potencialmente patógenos.
  • Disminuyen los síntomas de determinadas alergias.
  • Fortalecen el sistema inmunitario.
  • Ayudan en la digestión y tránsito intestinal.
  • Disminuyen los síntomas de enfermedades tipo colitis, colon irritable o enfermedad de Crohn.
  • Pueden prevenir la diarrea de aquellos procesos que provoquen cierto desequilibrio de la flora intestinal.
  • Crean vitaminas esenciales para el ser humano.

probioticos beneficios

Prebióticos

A diferencia de los probióticos, los prebióticos suelen ser fibras que constituyen los alimentos de los probióticos. Por lo tanto, estos también se convierten en indispensables para llevar a cabo un correcto equilibrio de la flora intestinal.

Los prebióticos llegan hasta el colon sin digerir, convirtiéndose entonces en un alimento directo para las bacterias. También, la mayoría de sus funciones, se asocia con el beneficio que estas aportan para mejorar la función de la flora intestinal.

Diferentes estudios demuestran que los prebióticos, como por ejemplo los FOS (fructo-oligosacáridos), asociados a los probióticos, hacen crecer el número de bifidobacterias y lactobacilos en el intestino y frenan algunas bacterias altamente patógenas. Todos estos efectos provocados son beneficiosos para la flora intestinal y permiten reducir las flatulencias y los problemas de tránsito intestinal.

Existen tres características con las cuales deben cumplir los prebióticos:

  1. Deben resistir a la digestión y absorción y llegar intactas al intestino para cumplir con su función.
  2. Se deben poder fermentar por la flora intestinal.
  3. Deben promover de forma selectiva el desarrollo de los microorganismos que s encuentran en la flora intestinal.

 

alimentos prebioticos

¿Influye la alimentación en el equilibrio de la flora intestinal?

La alimentación influye altamente en cualquier función de nuestro organismo, y en este caso no iba a ser menos. Por ejemplo comer carne en exceso puede favorecer las bacterias de putrefacción, demasiados azúcares puede dar lugar al desarrollo de bacterias de fermentación, y así con otros muchos alimentos.

Si además no incluimos la fibra en nuestra dieta, la cual se encarga de alimentar de forma natural las bacterias buenas, las bacterias de putrefacción crecerán aún más y dará lugar al desequilibrio. Es por ese motivo que es tan importante la fibra en nuestra alimentación, ya que sin ella podemos provocarnos problemas de tránsito intestinal.

Es por ello que, añadir fibra a nuestra alimentación y además contribuir aportándole probióticos y prebióticos será clave para la regeneración de la flora intestinal y a su vez para evitar aquellos problemas relacionados con el tránsito intestinal.

También, hay determinados alimentos que te ayudarán a aumentar el contenido de probióticos y prebióticos en tu dieta.

  • Añade dos yogures al día en tu dieta, si lo prefieres pueden ser desnatados.
  • Introducen cereales y alimentos integrales en general. Estos no solo te aportarán fibra sino que además contiene prebióticos.
  • El kéfir es un alimento conocido por su gran poder probiótico. Incluye kéfir en tu día a día u otro tipo de leches fermentadas.
  • Las alcachofas serán una gran alternativa cuando es temporada. Cocínalas como más te gusten e inclúyelas en tu dieta.
  • Ajo, cebolla o puerros, tres ingredientes con los que puedes completar tus guisos.

 

yogur prebioticos

Como podéis comprobar, a pesar de estar muy relacionado, los probióticos y prebióticos no son exactamente lo mismo. Estos, se pueden obtener tanto en alimentos como en complementos alimenticios, como es por ejemplo Probiotics14 de Herbora, un complemento natural a base de bacterias lácticas viables (probióticos) y que además también incluye prebióticos.

Toma tus probióticos si te encuentras en tratamiento antibiótico o bien tómalo durante 10 días al mes para reducir los problemas de tránsito intestinal que puedas tener.