La principal diferencia que debemos saber entre los cereales integrales y los refinados es que el cereal integral conserva las 3 partes que componen el grano (salvado, germen y endospermo), mientras que al cereal refinado se le han eliminado las dos primeras partes, dejando sólo el endospermo, rico en hidratos de carbono.
1.El salvado es la parte que envuelve el grano, la parte dura en la que se encuentra la fibra, los minerales y los antioxidantes.
2.El germen la parte central del grano (el núcleo), rico en nutrientes como los carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas, minerales, antioxidantes y varios fitonutrientes (compuestos que produce la planta para su propia protección).
3.El endospermo, la parte más grande del grano. La parte que contiene mayormente carbohidratos (en forma de almidón) y proteína.
En los refinados, al eliminar la parte que contiene la fibra se eliminan a su vez otros micronutrientes como las vitaminas y minerales.
En cambio, en los alimentos integrales, al contener la fibra y no poder ser digerida por el intestino delgado, recorre todo el tracto intestinal haciendo un efecto de arrastre y limpieza del tubo digestivo, ya que absorbe agua y hace que las heces estén más lubricadas y sean más fáciles de evacuar, a la vez que también absorbe parte de las sustancia tóxicas de los alimentos ingeridos, como metales pesados, carcinógenos, medicamentos, etc., que podrían llegar a pasar a la sangre.
Otro de los beneficios de la fibra es que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, la fibra absorbe parte de la glucosa procedente de la comida, evitando que sea absorbida y ayuda también a regular los niveles de colsterol, absorbiendo el colesterol restante que el cuerpo ha vertido en el intestino junto a la bilis, evitando que se acumule en los vasos sanguíneos.<br /><br />
A parte de la fibra, los alimentos integrales son ricos en nutrientes, como el magnesio, hierro, fósforo, manganeso, selenio y vitaminas B2.
A diferencia de los productos refinados que son calorías “vacías”, es decir que son ricos en hidratos de carbono, poca proteína y altos en calorías. A su vez, estos productos provocan una subida y bajada de los niveles de azúcar en sangre más rápida (provocando los “antojos”) a diferencia de los integrales que la liberación y absorción de azúcar sucede de forma más lenta, brindando mayor saciedad al organismo.
Es cierto que en el mercado podemos encontrar productos refinados ricos en vitaminas y minerales, los cuales, han sido añadidos posteriormente para compensar esta carencia. Al igual que también podemos encontrar productos integrales, que han sido triturados y convertidos en harinas que como resultado final se obtiene casi un mismo efecto que los refinados.
En general, los alimentos refinados tomados en exceso, a la larga pueden provocar un aumento de peso con mayor riesgo a la obesidad, pueden causar resistencia a la insulina y están asociados a diversos problemas como la diabetes tipo 2 o problemas cardíacos.
Mientras que los integrales favorecen la prevención de padecer obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas o cáncer de colon.
Por último, es cierto que los cereales integrales son beneficiosos para la salud, pero hay ciertos aspectos a tener en cuenta en los que podrían ser perjudiciales como en problemas de intolerancia al gluten, o personas con problemas del tracto digestivo y que deben vigilar el consumo de alimentos ricos en FODMAPS (un tipo de hidrato de carbono).